"Aventúrate en la infinitud engañosa y fantástica del horizonte" |
Espacio dedicado a expresar y compartir pensamientos, gustos, preocupaciones y " recurrentes estados".
martes, 12 de agosto de 2014
Renovación Expedita
Tumbada
en el diván finalizaba el libro que con voracidad leía en un intento fútil de
conciliar el sueño tan esquivo para ella, producto irremediable de las tantas
cavilaciones que ocuparon sus pensamientos en las últimas semanas. Entrecerrando
las páginas de reojo se fijó en la hora (cuatro de la madrugada) y con
frustración abandonó la actividad que había realizado con la esperanza de
cansarse lo suficiente para sentenciar
con firme obligatoriedad el cese de
actividades tanto físicas como mentales que la desgastaban hasta el hartazgo.
Nuevo
amanecer misma basura existencialista que le obligaba a seguir como si nada
luego de la eventualidad enfrentada con tedio e incluso con descarada indiferencia;
prescindió del desayuno precipitadamente
puesto que el vacío que en ella habitaba
no correspondía a ninguna necesidad fisiológica y por más que su instinto le
dictaba una serie de reglas para sobrevivir, el sinsabor general que
experimentaba le resultaba más peligroso que cualquier comida eludida.
Encaminándose
entonces por calles atestadas de personas que existen pero no viven fue de pronto que se vio convertida en uno de
los cascarones vacíos que la rodeaban con presteza en la avenida fantástica y realista ante los ojos
de quien verdaderamente la observe.
Buscó refugio de su reciente revelación en lo que le pareció un escape adecuado,
dos cápsulas de 20 miligramos de Paroxetina, siguió su camino sin retraso e
intentó actuar con “normalidad” al llegar finalmente al trabajo.
Dando
el reloj digital exactamente las 11:45 am pasó el director general de
planeación indicándole que nuevamente se reunirían en el lugar donde
acostumbraban, seguido ella se incorporó y se dirigió al sitio habituado para sus encuentros furtivos con
quien pensó por un largo tiempo sería el hombre destinado a amarla sin
restricciones y al cual había decidido
entregar cuerpo y alma, rechazando con vehemencia el comentado compromiso que
semanas antes adquirió con una mujer
escogida cuidadosamente por las excelentes relaciones políticas que le hacían
atractiva a sus ojos.
A
sabiendas de la ínfima posición que ocupaba en el corazón de aquel hombre se
sintió burlada y humillada, fue entonces
cuando vislumbró lo que tanto le aquejó previamente. Si bien, no era simple el
descubrimiento, resultó liberador cómo se revelaba paso a paso la razón de su
descontento. No era el saberlo embelesado por otra, era sorprenderse de la
degradación a la que se había sometido en busca de aceptación y un aprecio
cercenado.
Víctima
de los encantos de un don Juan comprendió lo vergonzoso de saberse usada por
tan exiguo cliché, mientras la ira incontrolable revolvía con bruscas oleadas la
necesidad de resarcir la autoestima que tan alegremente dejó pisotear sin
miramientos. Con la excusa de verle por última vez, nuevamente lo citó en el lugar habitual y cuando se descubrió completamente
a solas acertó simplemente a recorrerlo con los ojos sin emoción alguna agregando
dulcemente mientras se le acercaba: - “Puedo decirme del amor (que tuve): Que
no sea inmortal puesto que es llama, pero sea infinito mientras dure” a lo que
seguidamente enterró profundo en la garganta el abrecartas antiguo que le había
regalado con motivo de su cumpleaños, el cual irónicamente fue el día en que
aquel exánime ser fijó el compromiso con
la que sería su esposa.
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